usted me suscita la urgencia de la espera
el recuerdo de su voz me canturrea al oído en mis sueños
esa voz de terciopelo
resbalándose entre las grietas de la memoria
se agolpan fragmentos de ébano
yo podría tomarme de su cintura
treparme a su copa
y divisar el mundo desde allí
usted es el amor en la espera
podría acunarme entre sus ramas
sembrar Valles en las coronas de las montañas por usted
pequeñita
me entregaría a cada agujero que cubre sus ropajes
remendaría cualquier vacío que dejó
alguna de sus princesas
coróneme
soy su reina de papel
enero, 2017
jueves, 26 de enero de 2017
chico bálsamo
te he contemplado en el giro del sol
he aprendido a repasar tus bordes y tus abismos
suspendido entre los brotes maduros de la hiedra
me he relamido en tus cuencos de miel
magnificado tus ideas tibias en las cavernas
he violentado tu futuro
confiésame que reptas entre las plumas
para alcanzar mi tormento
que estás hecho del mismo polvo inerte que yo
o que la vida te ha regalado dos pies para mí
el barro por sobre las manos
y debajo de la mesa
el sudor tras las cuerdas de la garganta
el pecho que se me pronuncia desde el costado
la rama muscular que pretende explotar para acunarme
días de correr por sobre un centímetro de la tierra
fantasía de la moralidad
bálsamo de mis papeles perdidos
chico bálsamo
25 de enero, 2017
he aprendido a repasar tus bordes y tus abismos
suspendido entre los brotes maduros de la hiedra
me he relamido en tus cuencos de miel
magnificado tus ideas tibias en las cavernas
he violentado tu futuro
confiésame que reptas entre las plumas
para alcanzar mi tormento
que estás hecho del mismo polvo inerte que yo
o que la vida te ha regalado dos pies para mí
el barro por sobre las manos
y debajo de la mesa
el sudor tras las cuerdas de la garganta
el pecho que se me pronuncia desde el costado
la rama muscular que pretende explotar para acunarme
días de correr por sobre un centímetro de la tierra
fantasía de la moralidad
bálsamo de mis papeles perdidos
chico bálsamo
25 de enero, 2017
Los poemas infrecuentes
A veces, en medio de días de tormenta y de noches de piedra, se asoma un atrevido rayo de luz y las plumas deciden caer hasta formar un lecho amable para el descanso del alma. Es en esos momentos cuando las palabras se hinchan de aire azucarado y logran juntarse para conformar un poema con ilusión. Un poema de La Ilusión. A veces, esto pasa. No es la mayoría de las veces porque, la mayoría de las veces, la decepción es la compañera fiel y, debo reconocerle, la fuente inagotable de poesía.
Hoy, publico dos poemas de la infrecuencia. Deseo mucho que todos tengamos estos Aveces.
Hoy, publico dos poemas de la infrecuencia. Deseo mucho que todos tengamos estos Aveces.
domingo, 22 de enero de 2017
Poema mudo
tú has sido la luna de mi silencio
el reflejo al que no me atreví
muñeca y rota
transitaba días de mar bípedo
tú has sido penumbra
en mis delirios de muerte
alas entre la cera derretida
quién soy yo entre los demás
quién se atreve a dibujar
los f i l o s de mi presencia
quién el suicida que gotee
para darme aliento
si mi alma ya no tiene boca para respirar
cuando mi corazón
es un bulto bajo las piedras
es la indefensión de ser en Nadie
las venas desperezándose
alrededor de los postes de luz
la niebla estirando su ansia
por debajo de la cama
rasga los pies helados de desandar
tus ojos de cemento
estas son noches de piedra
el reflejo al que no me atreví
muñeca y rota
transitaba días de mar bípedo
tú has sido penumbra
en mis delirios de muerte
alas entre la cera derretida
quién soy yo entre los demás
quién se atreve a dibujar
los f i l o s de mi presencia
quién el suicida que gotee
para darme aliento
si mi alma ya no tiene boca para respirar
cuando mi corazón
es un bulto bajo las piedras
es la indefensión de ser en Nadie
las venas desperezándose
alrededor de los postes de luz
la niebla estirando su ansia
por debajo de la cama
rasga los pies helados de desandar
tus ojos de cemento
estas son noches de piedra
domingo, 15 de enero de 2017
Sansón
Sansón perdió la cola en el tejado
Se la arrancó (con) la realidad
y la aventó como quien se deshace del pudor
Sansón quiso ser ave fénix
Tomó el fuego del lecho de su corazón
y arrasó con ciudades de piedra
Silenció al Tiempo y tragó sus cenizas
Sansón salió de su cueva
como un monstruo alado que brota de su cascarón
Jugó con la niña del vestido morado
le arrancó los ropajes con las garras
y la dejó caer entre sus alas tras del arco iris
Sansón se quedó desnudo entre los hombres
y se sintió niño
Recogió pelos plumas y miembros
a ver si el deseo se los adhería
Sansón clamó a los dioses
cuando solo podía escucharlo la ninfa del bosque
Se despertó a través de sus ojos
y nunca más recuperó su humedad
Sansón ya no existe
Se deshizo sobre la hierba crujiente
Lo perdió todo
cuando la perdió a ella
y se bebió su Creación
Sansón ya no existe
y yo conservo su fuerza
Julio, 2016 (o hace 3200 años)
Se la arrancó (con) la realidad
y la aventó como quien se deshace del pudor
Sansón quiso ser ave fénix
Tomó el fuego del lecho de su corazón
y arrasó con ciudades de piedra
Silenció al Tiempo y tragó sus cenizas
Sansón salió de su cueva
como un monstruo alado que brota de su cascarón
Jugó con la niña del vestido morado
le arrancó los ropajes con las garras
y la dejó caer entre sus alas tras del arco iris
Sansón se quedó desnudo entre los hombres
y se sintió niño
Recogió pelos plumas y miembros
a ver si el deseo se los adhería
Sansón clamó a los dioses
cuando solo podía escucharlo la ninfa del bosque
Se despertó a través de sus ojos
y nunca más recuperó su humedad
Sansón ya no existe
Se deshizo sobre la hierba crujiente
Lo perdió todo
cuando la perdió a ella
y se bebió su Creación
Sansón ya no existe
y yo conservo su fuerza
Julio, 2016 (o hace 3200 años)
La vida y sus personajes
Soy Andrea. Ay, pero cuántas veces me he sentido representada en un personaje o, incluso, representándolo. Hace aproximadamente cinco años (el tiempo es relativo: pueden haber sido 30 años o dos minutos), un día, tuve la impresión de ser Atlas, pero con osteoporosis. También, he anhelado sentir que una parte mía -aunque pequeña- es como El Principito: por seguro, no dejo de preguntar algo que realmente me interesa hasta que obtengo respuesta y le he creído con todo mi corazón al zorro que "domesticar significa crear vínculos". Quizás, ha habido ocasiones en las que, como Alicia, he caído en espiral hasta un país de maravillas, pero también a uno de horrores; o he cruzado a través del espejo para encontrarme con un caballero blanco, torcido, casi cayéndose de su caballo...
Con esto último quiero decir que también nos encontramos con algunos personajes en nuestra vida. Tengo una amiga muy querida que creo que es una elfa herbolaria y le he dicho que la alucino caminando en su jardín con un vestido de tules. Tengo una familiar muy amada que la pienso como la versión femenina del dios Thor porque tiene una fuerza alucinante, pero también es noble y justa.
El poema que viene en la siguiente entrada está dedicado a otro personaje que debe hacernos recordar que la fuerza debemos hallarla en el núcleo de quienes somos y no en ninguna característica accesoria, irrelevante o que corramos el riesgo de perderla.
Con esto último quiero decir que también nos encontramos con algunos personajes en nuestra vida. Tengo una amiga muy querida que creo que es una elfa herbolaria y le he dicho que la alucino caminando en su jardín con un vestido de tules. Tengo una familiar muy amada que la pienso como la versión femenina del dios Thor porque tiene una fuerza alucinante, pero también es noble y justa.
El poema que viene en la siguiente entrada está dedicado a otro personaje que debe hacernos recordar que la fuerza debemos hallarla en el núcleo de quienes somos y no en ninguna característica accesoria, irrelevante o que corramos el riesgo de perderla.
sábado, 14 de enero de 2017
La Nada
Yo soy más
Que el libro
Que la carpeta
Que el lápiz sobre la hoja
Soy más
Que la descripción
Que el desarrollo del cuerpo escrito
Que el cartón contra la pared
Mi vida no acaba
En el punto
En la letra
En el número
Me inundan
El afecto
La contención
La paciencia
Yo estoy siempre
Al pie del cañón
A la espera de la mirada
Bajo el cielo que no llueve
Aquí estoy
Seca
Muriendo de lo que no sucede
Deshaciéndome en esfuerzos
Soy
Lo que tú no te atreves a ver
Julio, 2016
Que el libro
Que la carpeta
Que el lápiz sobre la hoja
Soy más
Que la descripción
Que el desarrollo del cuerpo escrito
Que el cartón contra la pared
Mi vida no acaba
En el punto
En la letra
En el número
Me inundan
El afecto
La contención
La paciencia
Yo estoy siempre
Al pie del cañón
A la espera de la mirada
Bajo el cielo que no llueve
Aquí estoy
Seca
Muriendo de lo que no sucede
Deshaciéndome en esfuerzos
Soy
Lo que tú no te atreves a ver
Julio, 2016
La ilusión te lleva alto, altísimo.
En numerosas etapas de mi vida, me he sentido Dédalo e Ícaro. Hay una parte mía que, luego de construir mis alas, me dice siempre que tenga cuidado de no volar tan cerca al Sol porque la cera se va a derretir y voy a caer en espiral al vasto mar... Pero la otra parte mía es entre temeraria y sorda... y vuela alto, altísimo, hasta que siente que un ala, y la otra, se van poniendo cada vez más ligeras y su cuerpo cada vez más pesado hasta que el mar se convierte primero en un muro de cemento contra el que mi ilusión se estrella y, luego, un ángel helado que me abraza hasta llevarme profundo, muy profundo.
No sé qué sucede después. No sé cuál es el proceso siguiente. Lo que sé que es termino recogiendo pedazos de cera de las celebraciones de los mundos ajenos para reconstruir mis alas. Pareciera que soy como una suerte de ave fénix, pero con ortopedia.
Sin embargo, este es un momento de aprendizaje. Estoy aprendiendo a medir el ímpetu, a calcular la altura de mi capacidad, a domesticar mi ilusión en la espera. Eso. La espera. La urgencia de la espera. La calma. La paciencia. Y caigo en cuenta de que, tal vez, permanecer sentada con la piernas recogidas a la orilla del mar para contemplar el atardecer mientras que mis alas me abrazan puede ser el mejor escenario para mí ahora.
No sé qué sucede después. No sé cuál es el proceso siguiente. Lo que sé que es termino recogiendo pedazos de cera de las celebraciones de los mundos ajenos para reconstruir mis alas. Pareciera que soy como una suerte de ave fénix, pero con ortopedia.
Sin embargo, este es un momento de aprendizaje. Estoy aprendiendo a medir el ímpetu, a calcular la altura de mi capacidad, a domesticar mi ilusión en la espera. Eso. La espera. La urgencia de la espera. La calma. La paciencia. Y caigo en cuenta de que, tal vez, permanecer sentada con la piernas recogidas a la orilla del mar para contemplar el atardecer mientras que mis alas me abrazan puede ser el mejor escenario para mí ahora.
miércoles, 11 de enero de 2017
Para perderme (poema niño)
Quizás puedas venir
a que me zambulla en los destellos azulados
de tu rostro
Sería delicioso andar a través del tiempo
que derraman tus mejillas
y perderme para siempre en los viajes
que recorren los bucles de tu mente
Quizás vendrías a ofrecerme
tus pasos para navegarlos
y yo podría ser el augurio que esperas
para tomar el timón y perderte en mis años
Podríamos perdernos juntos
en las terrazas del mundo
Ahogarnos en los ríos que se extienden
alrededor de la luna
Salir despedidos hacia el submundo
y volver calcinados y felices
Quizás yo ya me perdí para siempre
y tú jamás podrás dar con mi sombra
O podría ser que hallaste
las piezas descoloridas del rompecabezas
y tus dedos son prolongaciones de algún arco iris esférico
Perdámonos
Estoy exhausta de lamer heridas
cuando este cuerpo ya tiene
cavernas para albergarte
Piérdete
que no es necesario salir de este amor prematuro
Piérdete
que yo soy la posibilidad de tu encuentro
Enero, 2017
a que me zambulla en los destellos azulados
de tu rostro
Sería delicioso andar a través del tiempo
que derraman tus mejillas
y perderme para siempre en los viajes
que recorren los bucles de tu mente
Quizás vendrías a ofrecerme
tus pasos para navegarlos
y yo podría ser el augurio que esperas
para tomar el timón y perderte en mis años
Podríamos perdernos juntos
en las terrazas del mundo
Ahogarnos en los ríos que se extienden
alrededor de la luna
Salir despedidos hacia el submundo
y volver calcinados y felices
Quizás yo ya me perdí para siempre
y tú jamás podrás dar con mi sombra
O podría ser que hallaste
las piezas descoloridas del rompecabezas
y tus dedos son prolongaciones de algún arco iris esférico
Perdámonos
Estoy exhausta de lamer heridas
cuando este cuerpo ya tiene
cavernas para albergarte
Piérdete
que no es necesario salir de este amor prematuro
Piérdete
que yo soy la posibilidad de tu encuentro
Enero, 2017
El ímpetu de algunas palabras
Hay poemas que braman por salir, que te enrollan con su trompa de acero candente para que les abras la puerta. Y uno termina claudicando ante esa fuerza monstruosa. Es eso o soterrar el dolor, que termina sintiéndose como un ancla que genera un vórtice interno que te hunde hacia ti mismo. Son poemas violentos, impíos, con olor a brea y sal.
Hay poemas que tiran de tus faldas pidiéndote salir. Son poemas traviesos, juguetones, dulces, coloreados por montañas infinitas de ternura y de ilusión. Hoy, este poema niño me pide salir a jugar; ya no puede esperar a terminar sus tareas ni espectar lo que pueda ocurrir. Y yo le he sonreído dulcemente y le he abierto la puerta... A jugar.
Hay poemas que tiran de tus faldas pidiéndote salir. Son poemas traviesos, juguetones, dulces, coloreados por montañas infinitas de ternura y de ilusión. Hoy, este poema niño me pide salir a jugar; ya no puede esperar a terminar sus tareas ni espectar lo que pueda ocurrir. Y yo le he sonreído dulcemente y le he abierto la puerta... A jugar.
martes, 10 de enero de 2017
lunes, 9 de enero de 2017
Osito de peluche
Tu boca como el revés de las estrellas
como los dedos que se estremecen en la bruma
como una excepción
La maldad de los niños entre las flores
los nudos negros del abeto
el detalle más bello de la casa de las muñecas
y el terror de las sábanas que no se mudan en el invierno
Tu boca
Tu boca
Tu boca descolocada sobre el cielo del desierto
En ella reposan los secretos de las quimeras
y se aferran los recuerdos pálidos de(l) desamor
Mi palabra
despropósito de tu boca
queriendo derribar murallas huérfanas de tiempo
o encontrar un motivo para recostarme a su lado
Tu boca me parió mujer
cuando anhelaba inocencia
Me respiró turbiamente
y me dejó bebiendo un agradecimiento mortífero
Ya no tengo tu boca
para decirle que la amo
y consumirla en abrazos sobre aquel cielo del desierto
La perdí cuando te expulsó del paraíso
y renunció a sumergirse entre mis piernas
Lo he perdido todo
luego de que mi boca fuera prófuga de tu soledad
No me queda nada
Tu palabra se lo llevó todo a cachetadas
como los dedos que se estremecen en la bruma
como una excepción
La maldad de los niños entre las flores
los nudos negros del abeto
el detalle más bello de la casa de las muñecas
y el terror de las sábanas que no se mudan en el invierno
Tu boca
Tu boca
Tu boca descolocada sobre el cielo del desierto
En ella reposan los secretos de las quimeras
y se aferran los recuerdos pálidos de(l) desamor
Mi palabra
despropósito de tu boca
queriendo derribar murallas huérfanas de tiempo
o encontrar un motivo para recostarme a su lado
Tu boca me parió mujer
cuando anhelaba inocencia
Me respiró turbiamente
y me dejó bebiendo un agradecimiento mortífero
Ya no tengo tu boca
para decirle que la amo
y consumirla en abrazos sobre aquel cielo del desierto
La perdí cuando te expulsó del paraíso
y renunció a sumergirse entre mis piernas
Lo he perdido todo
luego de que mi boca fuera prófuga de tu soledad
No me queda nada
Tu palabra se lo llevó todo a cachetadas
La poesía es injusta
Muchas veces, la poesía se me presenta como un ejercicio injusto del alma. Me hace pensar que, al escribir, quedo expuesta, vulnerable, raída... Incluso, aquello que he escrito y que no ha salido a la luz, cuando lo repaso, termina siendo un espejo de un fragmento mío o de un escenario vacío que me confronta.
Lo que estuve escribiendo hasta el año pasado es el reflejo de un monstruo bicéfalo porque parecen conjugarse la ilusión con la desesperanza, la añoranza con el resentimiento, el amor con una imagen deforme del mismo.
Este año, he empezado a escribir de nuevo. Algunas veces, para "pulir" los poemas anteriores (esto es mentira: un poema es un cuerpo vivo que se transforma siempre y más aun a los ojos de cada lector); y, otras, para escribir algo totalmente nuevo.
Esto último tiene una resonancia muy distinta y una figura mucho más integrada de mí y del otro. Quizás me atreva a presentarles esos escritos más adelante pues proviene de una ilusión muy tímida, muy joven y posiblemente prematura; creo que uno aprende a desconfiar de ciertos afectos. Mientras tanto, comparto otro cuerpo de una edad mayor y en donde solo resuenan los cuencos vacíos de una fiesta que ya acabó.
Lo que estuve escribiendo hasta el año pasado es el reflejo de un monstruo bicéfalo porque parecen conjugarse la ilusión con la desesperanza, la añoranza con el resentimiento, el amor con una imagen deforme del mismo.
Este año, he empezado a escribir de nuevo. Algunas veces, para "pulir" los poemas anteriores (esto es mentira: un poema es un cuerpo vivo que se transforma siempre y más aun a los ojos de cada lector); y, otras, para escribir algo totalmente nuevo.
Esto último tiene una resonancia muy distinta y una figura mucho más integrada de mí y del otro. Quizás me atreva a presentarles esos escritos más adelante pues proviene de una ilusión muy tímida, muy joven y posiblemente prematura; creo que uno aprende a desconfiar de ciertos afectos. Mientras tanto, comparto otro cuerpo de una edad mayor y en donde solo resuenan los cuencos vacíos de una fiesta que ya acabó.
domingo, 8 de enero de 2017
El arte del olvido
Recuérdame entre las pisadas negras
de la muchedumbre
Recuérdame cuando la noche estalle ardiente
como el miedo en el corazón
Te suplico me tengas presente
cuando mi cuerpo de acero tiemble
ante las patrullas enardecidas
de fanáticos y orates
Te ruego me conserves
cuando ya no quede más que un halo rosa
de mí misma
cuando carezca de reflejo en tus ojos
y haya perdido la condición de mujer
que nunca llegué a acariciar en tus manos
Postrada
de bruces
te imploro me reserves
en un instersticio dibujado
para mí en tu memoria
nimio
insignificante
como yo
para tener la gaseosa certeza
de saberme alguna vez pensada
Ante ti me resigno
a carecer de un límite que me separe
de las ninfas y de las brujas
a poseer el rostro desdibujado y
deforme por el tiempo inmediato
Renuncio a mis años mis pareceres
mi madre mi padre y mi cancerbero
Así que rezo
albérgame en el vientre de la desesperanza
yo sabré desdibujar mis historias
de los dioses de la música
dar paso al nihilismo que sostiene tu vida
y cegarme con la luz de tu Locura
Para siempre y para nunca
repicaré sobre el lecho inerte de tu memoria
hasta que giman los monstruos escondidos
tras el vaivén de las olas
y que el fuego que nos consume
transmute el amor en realidad
Junio, 2016
Es inevitable escribir desde el vacío
Doy inicio a este nuevo blog con incertidumbre. No es fácil exponer(se con) tu creación, pero me he dado cuenta de que es aún más difícil reservártela. La escritura de la poesía -o lo que espero que alcancen a ser mis palabras- llegó a mí como un salvavidas; hubo un momento en que las palabras se atropellaban en mi mente hasta crear cúmulos de ideas cargadas de afectos, como montes agigantados de cuerpos ya casi deshechos por una historia intransitable.
Entonces, me sobrevino la urgencia inevitable de volver a escribir, porque escribir es eso: una urgencia. Yo lo siento como un impulso vertiginoso que me arroja a la página en blanco y, cuando logro incorporarme, he dejado impreso algo de mí.
Ahora que el tiempo ha extendido su mano en una tregua conmigo y ya no me siento como Atlas con osteoporosis, me atrevo a compartir con Ustedes algo de mí, algo que nació desde el vacío.
Gracias por leerme y por su amabilidad con lo que dulce -y pobremente, creo yo- he creado.
Entonces, me sobrevino la urgencia inevitable de volver a escribir, porque escribir es eso: una urgencia. Yo lo siento como un impulso vertiginoso que me arroja a la página en blanco y, cuando logro incorporarme, he dejado impreso algo de mí.
Ahora que el tiempo ha extendido su mano en una tregua conmigo y ya no me siento como Atlas con osteoporosis, me atrevo a compartir con Ustedes algo de mí, algo que nació desde el vacío.
Gracias por leerme y por su amabilidad con lo que dulce -y pobremente, creo yo- he creado.
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