y si solo te quiero con mi soledad
cuál es el pecado de abrazarte entre mis propios besos
y atacarte con mi propia humedad
no siembro mal en gritar tu nombre
cuando mi voz no tiene eco
si en tu deseo soy la piedra de las mañanas
donde cae la luz y no crece nada
puedo jugar a que me columpio de tus conflictos
cuando tu imagen es una cuerda inútil
y mi piel está habitada de sombra
te aseguro
que tú no sentirás nada